El diseño de una silla puede ser la tarea más sencilla del mundo o se puede convertir en la dedicación de una persona durante años.
Este objeto cotidiano, así como otro tipo de asientos y muebles de características similares pero no iguales, pueden adoptar formas muy variadas y creativas.
En todas ellas se busca que el diseño se ajuste a las necesidades del ser humano y creo que es por ello que la innovación de este preciado mueble sigue existiendo. No paramos de integrar en un concepto tan liviano nuevos estilos y tendencias que amplifican su significado.
El objetivo de One Good Chair es mantener ese reto en cada edición y dejar que los participantes de este atractivo concurso presenten sus innovaciones cada año.
Las propuestas son increíbles y aunque exijan unos métodos de producción cada vez más cualificados y exigentes, se aprecia una mayor adaptación a condicionantes decisivos como «la cultura, el clima, la gente o los lugares».
Por eso el lema de este año no ha podido ser más certero: Choose a place. Design a chair. Get it built.
Se ha buscado que los diseñadores trabajen sobre este objeto demostrando visual y verbalmente como su diseño surge de un entorno específico, con una identidad, con unas costumbres y respetando al material y los recursos de la zona.
Aquí tienes algunos trabajos de la lista de finalistas y semifinalistas que serán expuestos en el World Market Center de Las Vegas, del 14 al 17 de septiembre.